Salud

Día Internacional de la Familia: 7 formas de cultivar buenos hábitos alimenticios en los niños

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A propósito de que este mes se celebra el Día Internacional de la Familia (15 de mayo), es una oportunidad no solo para fortalecer los lazos afectivos, sino también para promover hábitos saludables en casa. La alimentación equilibrada empieza con el ejemplo y con pequeñas acciones cotidianas.

“Los buenos hábitos se pueden aprender y enseñar a través de experiencias positivas y ejemplos dentro del hogar, especialmente cuando se trata de alimentación”, señala la nutricionista Talía Pinto, miembro del Consejo Consultivo de Nutrición de Herbalife.

Para ayudarte en esta misión con los más chicos, la especialista comparte ideas creativas para motivarlos a comer mejor:

  1. Deja que los niños cocinen (¡y que ensucien también!)
    Involucrarlos en la preparación de las comidas despierta el interés por los alimentos y ayuda a
    que acepten mejor los vegetales. Puedes dejar que elijan un ingrediente, laven verduras o
    frutas, o que armen su propio plato -aunque la cocina quede hecha un lío-.
    “Ese contacto con los alimentos es clave para los más pequeños”, explica la nutricionista.
  1. Inventen un “día del color” en la comida
    Una forma divertida de promover hábitos saludables es crear el “día del color”: la familia elige
    un color y preparan juntos platos con alimentos naturales de ese tono, por ejemplo, verde
    (brócoli, palta, kiwi) o naranja (zanahoria, mango, zapallo).
    Ponerle un nombre a la actividad como “misión arcoíris” o “superpoder verde” hace todo más
    divertido. Los niños pueden participar desde la elección de los ingredientes hasta la
    preparación. Al final, pueden hablar sobre lo que más les gustó y hasta dibujar sus alimentos
    favoritos.
    “El juego enseña, conecta y amplía la variedad de alimentos en el menú de forma natural y sin
    presiones”, dice Talía Pinto.
  1. Convierte la frutera en una obra de arte
    Pon una frutera a la vista, bien colorida y con formas distintas. Deja que los niños decoren con
    cartelitos, stickers o nombres creativos para cada fruta. Eso despierta la curiosidad y aumenta
    las chances de que elijan alguna por iniciativa propia.
  1. Ponles nombre a los vegetales (¡y cuéntales una historia también!)
    El brócoli se convierte en “árbol mágico”, la betarraga en “corazón de dragón”. Crear
    personajes e historias con los alimentos es una forma lúdica de acercar a los chicos a los
    sabores naturales y hacerlos sentir parte del proceso.
  1. Cultiven plantitas juntos En macetas pequeñas, puedes armar una mini huerta con menta, albahaca o cebollín. Eso les enseña de dónde viene la comida y despierta el interés por platos con sabor natural y casero.
  1. Evita premiar con comida
    Cambiar verduras por postres como recompensa puede generar una mala relación con la
    comida. Es mejor elogiar el esfuerzo o proponer paseos y juegos como premio.
  1. Apaga las pantallas a la hora de comer
    Es importante que los chicos presten atención a lo que están comiendo, aprendan a reconocer
    la saciedad y disfruten del momento en familia. Siempre que se pueda, sentarse a la mesa sin
    TV, celulares ni tablets hace la diferencia.

“Ese gesto tan simple crea recuerdos afectivos y fortalece el vínculo con la comida y con las personas que queremos”, concluye Talía Pinto.

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