En el juego del amor, la calidad supera a la cantidad, y es que no se trata solo de tener pareja, sino de construir relaciones sanas que hagan la vida más agradable.
Para muchos el 14 de febrero es sinónimo de citas, grandes peluches, globos y rosas, sumergiéndose así a la celebración del amor romántico o, quizá, con los deseos de vivir una dulce jornada al encontrar a su media naranja. Sin embargo, más allá de las tradiciones y las expectativas, lo verdaderamente valioso es cultivar relaciones sanas. Es decir, no se trata solo de tener una pareja por tener, sino de construir conexiones que aporten positivamente a la vida, ya que al final del día, la calidad de las relaciones supera con creces la cantidad de corazones dibujados en tarjetas.
De acuerdo a lo que plantea Jorge Fuentes, psicólogo y director de Pranavida, “muchas veces nos encontramos generando expectativas desmesuradas en esta fecha, como si el amor tuviera que manifestarse de una manera específica, especialmente, cuando vemos ciertos patrones en redes sociales. En este sentido, es natural querer tener conexiones significativas con un otro, pero a veces la presión social nos hace desear tener pareja a toda costa ¿Por qué? Bueno, la sociedad a menudo nos bombardea con la idea de que la felicidad está directamente ligada a tener a alguien a nuestro lado. Sin embargo, es crucial recordar que la calidad de la relación debe ser lo primero. Por eso, en lugar de buscar una pareja a como dé lugar, es importante que nos concentrémonos en construir relaciones saludables y auténticas”.
Pero, ¿cómo saber cuándo una relación no está siendo sana ?
El profesional señala que hay que estar atentos a algunas alertas cruciales, como la falta de
comunicación efectiva, la presencia de manipulación emocional y la pérdida de individualidad. “Si
sientes un desequilibrio en la relación, es momento de examinar las dinámicas y buscar un
cambio”, aconseja.
Ahora, si se trata de evitar que la relación se vuelva en algo “tóxico”, Fuentes entrega los
siguientes consejos:
- Cultivar la comunicación auténtica: “Esto implica crear un espacio donde ambas personas se
sientan libres de expresar sus necesidades y sentimientos de manera abierta y respetuosa. Esto
significa establecer un ambiente de confianza mutua, donde la honestidad sea valorada y no
castigada y donde las conversaciones puedan ser tanto de las alegrías como las preocupaciones.
Cuando se fomenta este tipo de diálogo, se construye una base sólida para la comprensión mutua
y el crecimiento conjunto en la relación”. - Establecer límites saludables: “Aquí estamos frente a una habilidad fundamental para mantener
una dinámica equilibrada y respetuosa. Es importante aprender a decir no de manera firme, pero
amable es esencial para garantizar que ambas partes se sientan escuchadas y comprendidas. Por
otro lado, definir límites claros no es un acto de egoísmo, sino una medida necesaria para
preservar la individualidad y el bienestar emocional de cada persona en la relación”. - Practicar la empatía: “Ponerse en el lugar del otro y validar sus sentimientos son elementos
clave de la empatía. Al trabajar esta habilidad, se fortalece la conexión emocional en la relación, ya
que la empatía fomenta un ambiente en el que ambos se sienten aceptados y comprendidos en un
nivel más profundo, contribuyendo a la construcción de una relación sólida y saludable”. - Fomentar la independencia emocional: “Hay que entender que, aunque la conexión y el apoyo
mutuo son esenciales, cada persona y necesita mantener un sentido de autonomía y
autodeterminación. Al promover la independencia emocional, se alienta a cada miembro de la
pareja a cultivar sus propias fuentes de felicidad, crecimiento y satisfacción personal. Esto no solo
reduce la dependencia emocional, sino que también fortalece la autoestima y la capacidad de
enfrentar desafíos individuales”.