
Mantener una buena higiene disminuye la probabilidad de contraer enfermedades que aparecen en esta época del año, principalmente por contacto en aviones, traslados en bus y manipulación de comida y objetos.
La llegada del verano significa un tiempo para descansar y disfrutar con la familia y amigos, y también se traduce en un aumento de probabilidades de enfermarse debido a contagios por contacto con superficies y objetos contaminados. Por esto, es fundamental cuidar la higiene a través del lavado de manos y la desinfección de los espacios.
“Muchas veces, las vacaciones significan cambios en las rutinas y descuidos que conllevan la aparición de cuadros gastrointestinales o enfermedades respiratorias”, explica Paulina Arteaga, enfermera de Difem Laboratorios, especialista en higiene y desinfección.
La experta puntualiza también que las vacaciones traen consigo una mayor afluencia de personas en espacios públicos, como playas, camping, bares, discotecas y restaurantes, lo que provoca más contacto con los virus o microorganismos que se encuentran en aquellos lugares. “Los viajes en espacios reducidos, como en buses o en avión, aumentan el contacto con superficies que han sido tocadas por muchas personas”, detalla la experta.
Estos cuidados toman mayor fuerza en un contexto mundial en el que los virus se propagan rápidamente, como por ejemplo lo ocurrido recientemente con el brote de norovirus en Brasil o las alertas de incremento en la actividad de virus respiratorios estacionales en el hemisferio norte, como la influenza.
Por esto, un adecuado lavado de manos es crucial, sobre todo antes de comer, luego de ir al baño, cocinar o pasar tiempo fuera.
Ahora bien, ¿cómo se lavan correctamente las manos? Los pasos a seguir son:
- Usa agua corriente para mojar tus manos.
- Aplique suficiente jabón para cubrir toda la superficie de las manos, tanto en las palmas como en el dorso, entre los dedos y debajo de las uñas.
- Frota las manos con jabón durante, al menos, 20 segundos. Asegúrate de limpiar bien todas las áreas, considerando también las muñecas.
- Enjuaga bien las manos con abundante agua corriente para eliminar el jabón y los gérmenes.
- Seca bien las manos, preferiblemente con una toalla de papel desechable o con un secador de aire. Evita secarlas con una toalla compartida.
“Junto con un lavado de manos frecuente, es recomendable también cargar alcohol gel o alcohol al 70% en formato spray para los momentos en los que no podemos lavarnos con agua y jabón. Asimismo, preocuparnos de desinfectar nuestros artículos personales, como teléfono y otros objetos de uso frecuente. Con estas medidas de higiene disminuimos la propagación de contagios y molestas enfermedades. Así evitamos pasar malos ratos en las tan esperadas vacaciones”, afirma la enfermera de Difem Laboratorios.