Según las estadísticas, en Chile la prevalencia de dolor crónico es de un 32%, siendo el 65% de origen músculo-esquelético, donde las principales causas son el dolor lumbar y la artrosis. Incluso, los estudios señalan que en Chile alrededor del 95% de las mujeres y el 91% de los hombres jóvenes presentan un episodio de cefalea a lo largo del año. De todos ellos, un 15% aproximadamente consultan por este motivo. Para prevenir y tratar estos dolores desde la raíz, así como las lesiones en general, hoy surge un nuevo enfoque en el área de la salud donde es esencial que el paciente sea visto con una persona integral, donde todas las áreas de su cuerpo son un todo.
“El tratamiento transdisciplinario y el trabajo en equipo en servicios de salud en rehabilitación son enfoques fundamentales para proporcionar una atención integral y efectiva a las personas. Se ha demostrado en incontables estudios científicos que el tratamiento de las personas con dolor debe ser enfocado en un tratamiento multimodal, abordando los distintos factores que pueden estar agravando el problema de salud. La persona será atendida por varios profesionales de la salud, que puede incluir quiropraxia, kinesiología, osteopatía, medicina, masoterapia y nutrición”, señala Gabriel Arrieta, kinesiólogo y quiropráctico de Clínica Talus.
“También es esencial enseñar y entregar todas las herramientas para que, una vez terminado el
tratamiento, la persona tenga conocimiento respecto a su condición de salud y sepa cómo
manejarla por su cuenta en un futuro, sin la necesidad de tener que volver a un centro de salud
nuevamente”, agrega Cristóbal del Campo, quiropráctico de Clínica Talus.
¿Cuáles son los beneficios para el paciente?
“Este enfoque está orientado para cualquier persona que esté cursando con dolor, algún tipo de lesión o que simplemente quiera mejorar su calidad de vida. Además, está especialmente recomendado para pacientes con necesidades complejas, como aquellos que se están recuperando de lesiones graves, padecen enfermedades crónicas o requieren atención integral para condiciones de salud global, explica el kinesiólogo y quiropráctico, Gabriel Arrieta.
Este enfoque colaborativo es esencial para abordar las necesidades complejas y variadas de los pacientes, y su implementación se traduce en beneficios significativos tanto para los pacientes como para los profesionales de la salud, siendo los más importantes los siguientes:
1.- Aborda los aspectos físicos, emocionales, sociales y cognitivos de la salud de una persona,
ofreciendo un enfoque completo y personalizado.
2.- La combinación de conocimientos y habilidades de diferentes disciplinas conduce a un plan de
tratamiento más efectivo y, en última instancia, a una mejora notable en los resultados para el
paciente.
3.- Ayuda a identificar y tratar tempranamente complicaciones o problemas subyacentes, evitando
así reingresos clínicos, recidivas, recaídas y complicaciones adicionales.
4.- Evita duplicaciones de esfuerzos y pruebas innecesarias, lo que maximiza el uso eficiente de los
recursos económicos del paciente.
5.- Facilita una educación más completa y comprensible para el paciente sobre su condición, el
plan de tratamiento y las estrategias de autocuidado.
Sin duda, el tratamiento transdisciplinario y el trabajo en equipo son pilares fundamentales en la
atención de la salud y rehabilitación. Al integrar conocimientos y habilidades de diversas
profesiones y disciplinas, se proporciona una atención integral y efectiva que optimiza los
resultados para los pacientes.