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Entre el bikini y la parka: El momento ideal para los implantes mamarios

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Después de lucir bikini y antes de abrigarse con parka, muchas mujeres agendan su cirugía
de aumento mamario. ¿Moda, autoestima o planificación estratégica? Lo cierto es que esta
época del año se ha convertido en la fecha ideal para muchas: el cuerpo aún conserva el
bronceado del verano, hay tiempo suficiente para recuperarse antes del invierno y, sobre
todo, existe el deseo de verse y sentirse mejor.

Después de las vacaciones de verano, muchas personas deciden realizarse procedimientos
estéticos, siendo el aumento mamario uno de los más solicitados. El doctor Jorge Díaz,
Cirujano Plástico de Clínica Bosque Norte y presidente de la Sociedad Chilena de Cirugía
Plástica (SOCHIMCE), explica que esto no es casualidad. “Tras el verano muchas mujeres se
sienten más motivadas a concretar este tipo de cirugía porque pasaron más tiempo con su
cuerpo expuesto, y eso genera una reflexión sobre su imagen corporal. Además, aprovechan
la recuperación durante los meses previos a las vacaciones de invierno para llegar con
resultados visibles y consolidados”.

El aumento mamario es una intervención que sigue estando entre las más comunes en Chile
y el mundo. Pero antes de tomar la decisión, es clave informarse bien y asesorarse con un
profesional. En este sentido, el profesional enfatiza en que “nunca hay que dejarse llevar
por promociones en redes sociales ni por el precio como único factor. Una cirugía estética es
una intervención médica seria, con riesgos, y debe tratarse con responsabilidad”.

¿Qué tipos de prótesis existen?

En el mercado existen diferentes tipos de implantes mamarios, que se diferencian
principalmente por su textura, forma y materialidad.

“Hoy existen principalmente dos tipos de implantes mamarios según su textura: los lisos y
los texturizados, y también según su forma: redondos o anatómicos. La elección dependerá
de la anatomía de la paciente, sus expectativas y la evaluación médica”, indica el Dr. Díaz.
Cada uno tiene sus ventajas según el caso clínico. Los lisos, por ejemplo, tienen menor
fricción con los tejidos, mientras que los texturizados pueden ofrecer más estabilidad en
ciertos casos.

Respecto a la forma, los implantes pueden ser redondos, ideales para dar mayor volumen
en la parte superior del busto, o anatómicos, que simulan una forma más natural similar a la
caída del pecho.

También es relevante conocer la materialidad del implante. Actualmente, los más utilizados
están compuestos por un gel de silicona cohesiva, un material de última generación que entrega mayor firmeza, durabilidad y seguridad. Algunos implantes, incluso, están diseñados
para mantener su forma aunque sufran una rotura, reduciendo así el riesgo de
complicaciones. “La calidad ha mejorado muchísimo con los años. Hay prótesis muy seguras,
pero es esencial usar marcas reconocidas, certificadas y realizar una evaluación de la
indemnidad cada 5 años”, aclara el especialista. También hay implantes con cobertura de
poliuretano o rellenos con solución salina, pero su uso en nuestro país es mucho menor que
los de silicona.

Ahora, ¿cómo es la cirugía? El aumento mamario es una cirugía de mediana complejidad,
que se realiza en pabellón de cirugía.

“La intervención dura aproximadamente una hora y media a dos horas, y se puede realizar
bajo anestesia general o sedación profunda, dependiendo del caso. El implante puede
colocarse detrás del músculo pectoral o por delante, y eso se define de acuerdo con la
contextura de la paciente, el tejido mamario qué cubrirá la prótesis y los resultados que las
pacientes esperan”, comenta el Dr. Díaz.

Recuperación y cuidados postoperatorios

La recuperación suele ser bastante rápida si se siguen las indicaciones médicas. Durante los
primeros días se puede sentir dolor o tirantez, pero con un manejo adecuado, la mayoría de
las pacientes retoma actividades livianas en los siguientes 7 días. Eso sí, es fundamental
seguir cuidados como evitar esfuerzos físicos, levantar peso o hacer ejercicio intenso
durante las primeras semanas.

El uso de un sostén postoperatorio, mantener el área limpia y asistir a todos los controles
son parte del proceso para asegurar buenos resultados. “Es importante evitar levantar peso,
hacer ejercicio intenso o exponerse al sol durante las primeras semanas. También se
recomienda el uso de un sostén especial durante el primer mes y asistir a todos los
controles postoperatorios, especialmente la kinesioterapia y drenaje linfático”, advierte el
Dr. Díaz.

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